El ascenso de los robots

EL ASCENSO DE LOS ROBOTS

Ludditas, hombres contra las máquinas. El ludismo fue un movimiento encabezado por artesanos ingleses del siglo XIX que protestaron contra la mecanización de los telares, equipos que normalmente eran operados por los artesanos, pero al ser mecanizados, estos fueron desplazados y por ende muchos de ellos perdieron sus puestos de trabajo. Hoy vemos que algo similar esta sucediendo, a este fenómeno le llamamos el ascenso de los robots.

En la actualidad hay millones de personas que han perdido sus puestos de trabajo o están en riesgo de perderlo al ser desplazados por sistemas robóticos, automatizados o inteligencias artificiales. Dichos sistemas, parten de la base de que son sistemas automáticos programados para cumplir una tarea, que no necesariamente tiene que ser física, y dicha tarea en muchas ocasiones, la realizan de forma más eficiente y en menor tiempo que una persona.

Los robots de hoy en día no necesariamente tienen que tener un cuerpo físico, pues los hay también como programas informáticos, que con ayuda, en ambos casos, de otras tecnologías como la inteligencia artificial, pueden ir mejorando su programación y ser capaces de realizar tareas que hace apenas cinco años, veíamos imposibles de realizar por una máquina.

 Hoy en día existe un movimiento ludita, más callado y organizado, donde autores que como Martín Ford, dicho sea de paso que tomamos el título del libro como título de este artículo, o Andrés Oppenheimer, entre otros autores, científicos y pensadores, nos están advirtiendo de este cambio radical y exponencial, donde la tecnología en las industrias está tomando por sorpresa a muchos trabajadores, al desplazarnos sin permitirles al menos reaccionar a la nueva realidad (y no estamos hablando del COVID, porque está sucediendo desde hace dos décadas), a diferencia del siglo XIX, donde los artesanos podían con mayor facilidad adquirir habilidades de otro oficio, pero hoy en día con los procesos tan tecnificados y especializados, le toma a una persona más tiempo ponerse al corriente en una nueva área de especialidad que a los artesanos ingleses del siglo XIX. 

Definitivamente no nos oponemos a las nuevas realidades que nos trae la tecnología, sin embargo apoyamos las innovaciones que mejoran el empleo, pero nos oponemos a la automatización cuando sólo destruye empleos. Creemos en la convivencia hombre-máquina y tenemos el propósito de encontrar la mejor manera de hacer convivir nuestra naturaleza biológica con nuestra tecnología robótica, para que los trabajadores tengan la oportunidad de crecer con la tecnología, en lugar de ser reemplazados, eso somos KOTEMAH

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